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¿Cómo escribir una novela? – 2.1 – El planteamiento para G. JIMENEZ - ESPAÑA

Photo du rédacteur: SHERLOCK, ST LOUIS ET CIESHERLOCK, ST LOUIS ET CIE

Dernière mise à jour : 9 janv. 2022





2.1 Planteamiento


El planteamiento es el comienzo de la obra, si seguimos la estructura en tres actos tradicional. En esa estructura, suele ocupar entre un 25 y un 33% del volumen total de la obra, a veces incluso más en obras con un planteamiento más complejo (ci-fi dura, en la que necesitamos muchos conceptos complejos para empezar a entender la historia), y la función principal es presentarnos todos los elementos importantes de la obra que vamos a necesitar para entenderla y disfrutarla.


En los dos siguientes apartados veremos cómo se presentan los personajes y cómo se presentan los conflictos, que son las cosas principales que hay que introducir siempre en una historia (pues en esencia, son personaje y conflicto). Por tanto, en este veremos todas las cosas que se pueden introducir que no son personajes y conflicto.


Es de cajón que el planteamiento es una parte no solo imprescindible de una historia, sino es también ineludible, pues en algún momento tendremos que introducir algo en el vacío de una historia. Se puede reducir el planteamiento hasta el mínimo exponente, pero seguirá habiéndolo, aunque dure dos líneas de una obra de 50.000 palabras.


La gente que leemos sabemos que incluso en el peor de los casos el planteamiento es un mal necesario, y aceptamos un poco de exposición densa o de explicaciones/presentaciones de cosas que tenemos que entender, porque sabemos que sin ello nos perderíamos en la historia que vamos a leer. Es como el tutorial del videojuego, es un poco cansino y flojo, pero lo aceptamos porque de alguna forma tendremos que aprender a jugar bien.


Igual que en un videojuego, hay muchas cosas que se presentan en el planteamiento, y no todas son tan fácilmente identificables como los personajes principales o el conflicto.


A la hora de presentar cosas, tenemos dos formas de hacerlo. Podemos mostrar, y podemos contar. Como contar es una palabra muy ambigua teniendo en cuenta que estamos narrando, vamos a sustituirla por “explicar”. Podemos mostrar, y podemos explicar.


Vamos a ver cuáles son, y hasta qué punto es tolerable mostrar o explicar cada cosa:



Ambientación


La ambientación o contexto es el “cuándo” y el “dónde” de tu historia. Los seres humanos necesitamos reducir bastante el grado de incertidumbre que manejamos en una historia, por lo que empezar por el cuándo y el donde es una buena forma de tener contento al cerebro de quien nos lee.


Esto también es muy básico, pero es importante saber el contexto en el que se desarrolla la historia, más que nada para poder enmarcar a los personajes, lo que hacen y lo que dicen, y lo que pasa. No es lo mismo ver a una persona consultando el reloj de su muñeca en una ambientación contemporánea que en una cueva en el pleistoceno, significan cosas muy distintas y eso que es la misma acción y el mismo personaje.


La parte más importante de la ambientación que hay que presentar es la “normalización”. Es decir, cuando presentamos una ambientación, estamos diciendo qué cosas son normales y esperables y cuáles no. Esto forma parte del status quo del que hablaremos cuando hablemos de la presentación del conflicto. Para romper la normalidad, primero tienes que establecer qué es lo normal.


La ambientación es muy fácil de explicar brevemente para dar un contexto a quien nos lee, pero a la hora de desarrollarla es mucho mejor dejar que se vea, porque si no corremos el peligro de detener la atención y el ritmo de la historia para mirar al árbol original número 3.


Para una persona que vive dentro de ese mundo y es su día a día normal, solo hay que explicar lo que fuese extraño. Por tanto, no nos detendríamos a mirar a la gente con tres brazos que hay por la calle, pero sí miraríamos a la que solo tiene dos, porque eso sí que es inusual.


Hay veces que mostrar no nos sirve del todo, sobre todo a la hora de recrear las sensaciones de un lugar concreto especial, como una ciudad. Dar un ambiente concreto a un lugar es algo difícil, y para ello yo recomiendo una mezcla de explicación de las cosas relevantes e importantes de la ciudad con una buena dosis de mostrar lo que ocurre, cómo es la vida, cómo interactúan los personajes con ese entorno.


Y bueno, hay veces que tienes que explicar que una puerta de piedra son dos piedras haciendo de pilares y una tercera piedra encima haciendo de arco. No hay mucha vuelta de hoja, a veces toca explicar y describir.


A la hora de presentar la ambientación, céntrate en lo que la hace diferente a lo esperable, y una pizca de lo que es esperable. “Maldumen sería una ciudad común y corriente… de no ser por las naves espaciales enganchadas a los laterales de los rascacielos”.



Tono


El tono es quizás lo más invisible de una historia. Es algo que no está escrito, es el la sinfonía que resuena a través del resto de elementos de la historia. El tono está en la elección de palabras, en las sensaciones que se evocan. En las cosas que ocurren, cómo ocurren y a quién ocurren.



.../...


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